Lo que les diga no es mentira


Hay múltiples maneras en las que se llama a esa persona que se espera, o en casos muy estrictos como el mío que digo que no espero nada pero que hago de tripas corazón cuando veo que otra se llevo la atención que yo quería lograr, bueno la cosa aquí es que por ahí dicen que si uno quiere lograr resultados diferentes debe actuar diferente, es decir que si no funciono la cosa con ese macho o con esa hembra, pues abrite, si así a lo caleño (Oís) que no solo de amor vivirá el hombre, sino también de sardinas, macarrones con queso, café y nutella, pero bueno ya poniéndome seria; yo me he puesto a pensar qué carajos espera o quiere un hombre, porque para que hablo de las mujeres, hay si se me va un tesis completa, hablándoles de lo soñadoras que son o somos, porque aunque siempre hablo de las mujeres como un género que no me simpatiza o no me incluye, (Nótese un chichón) yo tengo mi toque de soñadora empedernida que pues en realidad no espero que se cumpla, pero pues a quien engaño, sería maravillosos que fuera de la forma en la que lo tengo escrito, y que más adelante les dejaré leer, como por destapar uno de mis tantos secretos, como para mostrarles que esta guerrera, que siempre se ha autonombrado como anti princesa, tiene su lado… shakespeariano, aunque tal termino no exista, pero del que me siento orgullo de acabar de inventar.




No soy precisamente la mujer del mañana, no he salido del país, a duras penas conozco mesitas del colegio y villeta, bueno aunque conozco Cartagena (2 veces para ser exacta aunque de las dos tengo recuerdos terribles) y según mis papás dicen que también fui a santa marta aunque no recuerdo absolutamente nada. No tengo fotos en los Yunaides porque fatutamente no tengo ni para el taxi hasta el aeropuerto, que no compro mi ropa en grandes tiendas de marca, lo más costoso que tengo es un pantalón de Chevignon que me quedo a mitad de precio, y que rompí en la entrepierna por ende no lo volvió a usar pero que guardo con admiración pues es el pantalón más costoso que compre y que compraré, qué a veces trato en verdad trato pero las ganas de eructar me ganan, que no sé montar bicicleta y que no creo en el famoso dicho que “Eso no se olvida, es como la bicicleta, uno aprende a montar y jamás lo olvida” porque el que se lo inventó no tenía ni idea de que existía un ser humano como yo, que olvido montar bicicleta y aunque sé que no es precisamente lo que quiere todo hombre, sé que al primero que debo gustarle es a Dios, que de por sí ya me dijo que le parecía lo más wow sobre el planeta, así que chicas si les ha dicho lo mismo, pues solo lo dijo una vez en serio, y esa vez fue a mi; después a la que más debo gustarle es a mí misma, y por último a mi mamá porque una madre siempre es la primer fan de uno, y la mía ni se diga, porque se riega diciéndole todo lo bueno que tengo, si, aunque no lo crea! Bueno aquí les voy a contar un secreto que solo pueden saberlo los que se toman el trabajo de leerme, de reírse, y de darme un poquito de su tiempo en sus apretadas agendas, y es que durante varios meses ya casi un año, hice una carta para esa persona que quisiera o quiero para mí, la hice esperando que un día muy lejano llegue a manos o mejor, a los ojos indicados y se dé cuenta que es todo lo que alguna vez le pedí a Dios, así que aquí va:


Conmigo tendrás lo complicado y lo descomplicado en un solo combo, no tengo día 28 de mal humor, tengo 30 días, y en ocasiones 31 días de buen humor, con cómodos turnos rotativos de estrés. Conmigo podrás comer lo que quieras, hamburguesas, perros, nachos, salchipapas, lo que quieras pero jamás me hagas comer ensaladas, no soy esa clase de chica que le preocupan las grasas trans o las masas pans, no me preguntes porque odio la cebolla, el problema en realidad es que ella me odia a mí, y me aparece en la comida de vez en cuando, destruyendo por completo mi día. Tendrás que ver cómo mi atención se va al pasar un perro o un gato, lo siento tengo un sensor animal dentro de mí que no me permite más que querer tenerlos todos. Sueño con viajar, quiero conocer el mundo entero, tomarle fotos a absolutamente todo. Para mí nunca es suficiente ropa, me canso rápido y no soy buena adaptándome a los cambios, me demoro y a veces no los acepto, odio los horarios, creo que por eso he sido tan mediocre en mis estudios. Me gusta escribir y te prometo que te escribiré todo el tiempo, en el papel o el aire pero lo haré, no duró molesta mucho tiempo, no pasara de 24 horas, a menos que hayas llegado a las trincheras. A veces hago de las conversaciones un campo de guerra, se me hace una cresta en la nuca como a los gatos, busco la aprobación de quien me escuchó pelear, pero en soledad me siento miserable y lloró abrazada a los pies de Dios, porque sé que mi imprudencia no deja de sorprenderlo y que aunque de pronto tuve la razón, no tenía la mejor actitud, y lo decepcione. Me gusta la música, el rock alternativo, pero estoy dispuesta a conocer nuevas bandas, eso si no me pidas que me vuelva fan de bandas nacionales, deben ser demasiado buenas para que me lleguen a gustar, y por demasiado bueno me refiero a nada de bandas fictis, donde creen que ser rockero es parecer un drogadicto en vía de rehabilitación. Me gustan todos los colores, por eso creo que soy un unicornio ambulante. No tengo color favorito todos me gustan y a todos los colores les tengo un momento para usarlos. Me gusta comprar cosas raras, sin utilidad pero que sean raras, y estas parecen seguirme, suelo llegar a los lugares indicados para comprarlas y algunas pocas veces me las regalan. Ya sé que sabes que me gusta la tv, no cualquier cosa, pero es que he aprendido más viendo tv que leyendo, veo programas de salud, de animales, de moda, de todo un poco, sé y creo fielmente que se ha mal intencionado a la televisión. Me gusta el cielo y todo lo que hay por mirar, no me gustan los regalos ridículos y por eso me refiero a lo que durante años has visto que le dan a las mujeres con su tonta idea de endiosarlas y que tu como hombre debas hacer maromas, ser lo que no eres, así que tranquilo no me gustan los peluches, no me gustan loa afiches que dicen te amo y alumbran en la oscuridad, sé que suena tan complicado descomplicado a la vez. Solo sé quién eres, pensando siempre que deseo que me sorprendas. 


Quiero ir contigo a McDonald's, a KFC a comer pop corn, quiero que vayamos a Juan Valdez y nos tomemos un café, quiero comer hamburguesa fuera del Simón Bolívar, macarrones con queso y atún, quiero desayunar con agua panela y nutella, quiero vivir comiendo huevo frito y arroz. Jamás te ocultaré mi risa, jamás te ocultaré la sensación de sorprenderte, de mostrarte que te amo, de decirte lo siento de alguna forma diferente, de formas que jamás habías vivido, a veces me odiarás y otras me amaras, serán más las primeras que las segundas, pero haré todo lo posible para que las segundas hagan olvidar las primeras. Junto a Dios transformaremos tu mundo. Miraremos al techo y nos inventaremos lo inventable, nos reiremos de la ficción y el celular pasará a otro plano, a la tercera dimensión de los Simpson. Me oirás cantar de noche y de día, no podre mentirte aun cuando quisiera la risa me echaría al agua. Quiero leerte todo lo que alguna vez escribí, quiero escribirte todo lo que alguna vez leí, y espero que un día te des cuenta que como dice Cortázar, estoy aquí sentada en silencio pensándote a gritos.



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