I will Survive (Sobreviviré)

A todos nos han roto el corazón, hay muchas sensaciones sobre eso, unos dicen que es como si el corazón se fuera a estallar, otros que como que cogieran y lo estrellarán contra una pared, otros que es como si se lo sacaran del pecho y lo pisaran, y otros como en mi caso, todas las anteriores, y es que sufrir de amor es de las cosas más duras en la vida, que digo amor, el amor jamás duele, duele el desamor, que por razones aún no explicadas en la biblia, es de las cosas más maravillosas que Dios no dio, pero al mismo tiempo se puede convertir de las peores experiencias vividas y uno que es bien debilucho pa' eso de lo emocional, vienen siendo como si Mike Tyson, le diera por jugar con mi corazoncito creativo a los puños y por obvias razones pierde. Así que no queda más que aceptar que sí, la vida es dura, que es posible enamorarse varias veces en la vida, y decepcionarse casi que a la misma velocidad, no queda más que hacer de tripas corazón, y llorar cuando toque llorar porque qué más ¿no?

Ya ni me acuerdo cuando fue la primera vez que me enamoré, pero sí recuerdo una en especial, yo estaba en octavo, me gustaba un niño llamado José, era el chacho del glorioso Colegio Mixto Ciudadanos del Futuro, claro que como todo chacho era severo vago, pero la cosa aquí es que el tipo tenía la facultad de hacer sangrar mis lápices, yo me volvía un ocho cuando lo veía, me derretía cuando lo veía masticar chicle e irse de particular con esas camisetas blancas que solo a él le quedaban bien  -luego me di cuenta que a muchos les quedaban bien- el tipo me encantaba en pocas palabras, él sabía que la comida era mi punto débil, así que me compraba en la cooperativa del colegio un juguito y un chocoramo, me buscaba entre todo ese jardín de flores y me entregaba mis onces, lo que hacía que yo me enamorara cada vez más. Un día tuvimos que presentar un  proyecto en grupos, yo era con dos amigas, y un compañero llamado Bareño –el más pilo de hecho- nos inventamos una “FÁBRICA DE VINOS” quien lo lea dirá que me gusta el traguito pero no, lo hicimos porque producir vino era una cosa hasta interesante, así que nos inventamos una máquina ahí que para que le sacara el jugo a las uvas, -debí haberme inventado una máquina  que me ayudara a detectar a los malos tipos, pero no, me dio por hacer una que pa' hacer vinos-  y buscamos bien como hacer la fermentación y toda la cosa, llego el día de presentarlo, y quedamos de finalistas en el salón, ahora debíamos presentarlo en un colegio que quedaba en donde el viento se devuelve, es decir Soacha, así que estaba entre mi  Bareño o yo, para presentarlo en el otro colegio, obviamente el que debía ir era mi amigo, y así lo decidimos, pero cuando íbamos bajando las escaleras para ayudarle a llevar la máquina que había hecho, me di cuenta que José, mi amor de verano, también iba a exponer, así que matanga dijo la changa, y le dije a la profesora que mi amigo no sabía nada y que yo estaba más capacitada, el pobre Bareño se puso todo bravo, y se puso a llorar porque él siempre arreglaba todo llorando, diciendo que era injusto que él se había preparado y que ahora su mamá lo iba a cascar, y yo creo que si era verdad, porque esa señora tenía un máster golpeando a Bareño, hasta un día la vi pegándole que porque no se sabía amarrar bien los zapatos, volviendo al tema de la exposición, yo me fui con mi amor en la ruta del colegio, allá nos fue bien, él me hacía ojitos y yo me sentía en la flor del amor, todo salió como no lo había planeado, es decir perfecto.

Días después todo siguió así, pero un día me enferme entonces no pude ir al colegio, preciso en esas hubo un evento que me había perdido, pero al día siguiente si fui juiciosita, con mi blazer rojo, mis medias blancas debajo de la rodilla, mis mocasines y libre de pestañina, así como le gustaba a la Sra Nubia Sandoval, pero oh sorpresa, mi amiga, sí ¡Mi amiga! Estaba coqueteando con él, o él con ella, bueno la cosa era que yo ya no le interesaba porque ahora mi amiga era el centro de atención, yo sentí que el corazoncito me lo habían roto en pedacitos, y que los pedacitos los habían vuelto micro pedacitos, y esos micro pedacitos estaban por volverse una nada inmensa que dejarían un hueco en el lado izquierdo de mi pecho y yo me asuste y mire a un lado y al otro porque pensé que todo el mundo se había dado cuenta cuando se desfragmentaba mi corazón, pero no, nadie se había dado cuenta, y como casi siempre me pasa, él tampoco se había dado cuenta. Fue doloroso, si pa' qué digo que no sí sí, pero como dice un amigo, no hay métodos para superar un desamor, de esos que duran unos días como el del colegio, o esos que duran unos años como me paso con mi ex, o esos que duran unos meses pero que se vuelven tan intensos como me pasa ahora. Uno pasa por muchas etapas dentro de esta misma etapa, el de echarse la culpa, el de odiar al otro, el de no entender por qué suceden las cosas, el de querer llamar al otro como un loco a media noche, el de los mensajes de texto o correos electrónicos sentimentales tratando de que el otro se sienta mal y vuelva arrepentido por sus actos -esta es la mía- por esos momentos en los que dan ganas de ir a los lugares donde antes iban juntos, las noches en vela pensando en lo bueno que vivieron, pero nada de eso es bueno ni saludable, yo aún estoy tratando de superar todo esto, y quizás sientan lo mismo que yo, y es que a veces se dio tanto al otro que para uno le queda un poco de migajas, que se pierden por entre los dedos, pero he entendido que esas migajas por pocas que sean deben ser recogidas y protegidas, por ser las únicas sobrevivientes ¡I WILL SURVIVE!.



Hay días en los que siento que no podré seguir, otros días en lo que me despierto súper animada con ganas de conquistar el mundo, otros en los que amanezco con todo revuelto, pero llegue a la conclusión que de nada sirve maldecir al otro, Dios es justo sobre todo, y cada uno recoge lo que cosecha, así que uno no debe cargarse, ni maquinar qué hacer, también llegué a pensar que debo dejar de pensar tanto, porque a veces hacerlo duele y destroza por dentro, por lo que es mejor evitar pensar en el pasado, sino pal' frente, tampoco es bueno mandar mensajes tratando de buscar arrepentimiento de parte del otro, yo lo hice varias veces y ninguna funcionó, así que ya no me desgasto pensando en hacerlo de nuevo porque el único que trae un verdadero arrepentimiento es Dios, si él no convence a la persona del daño que hace, uno jamás lo va poder lograr, y por último que el que ama jamás es el que pierde, el verdadero sentido del amor, es darlo todo, apoyar, creer, amar, esperar etc… y si lo hizo, pues de eso se trataba. Todos los días le pido a Dios que me ayude a entender todo esto un poco, a tratar de perdonar a la persona que jugó con los sentimientos de uno o hizo un daño irreparable, a no dejar que las malas experiencias arruinen mi futuro o mi percepción de la bendición. Cada uno pasa la tusa de maneras diferentes, lo que sí es seguro es que hay que enfrentarla, es como una sombra que trata de invadirnos de día y de noche, no queda más que dejar de correr y aceptar que algún día la sombra se ira. Un día a la vez como alguien por ahí siempre me dice.  

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