Iridiscente


Siempre pienso mucho, tanto que a veces siento que el cerebro se me va a fundir, que se va a recalentar o que voy a empezar a perder la noción del tiempo. Sí, yo pienso en absolutamente todo, en lo que sentí, en lo que sintieron otros, en lo que dije, en los que me dijeron, en lo que falle, en lo que me fallaron, en lo bonito que me dijeron y en lo bonito que dije, en todo pienso y es una sobre carga de pensamientos, lo es para personas como yo, que somos ansiosas aunque hoy en día decir que se es ansioso es como decir que se tiene problemas de visión, todo genera ansiedad, nuestra forma de vivir, nuestros problemas, y creo que ser en gran parte algo cruda y sin gracia me ha ayudado a no enfocarme en la mayoría de problemas, pero hay otros que parecen que tomaran el lugar de los problemas que no tomo en cuenta y terminan siendo más grandes que yo. 

Cuando me pongo a pensar en mi, en mis insatisfacciones y en mis satisfacciones, llego a la conclusión que todo esta unido por un lazo o un hilo invisible, en el que me siento feliz y al mismo tiempo me genera infelicidad, a qué me refiero con esto, me refiero al hecho de ser diferente, soy cristiana y esa palabra de ser diferente tiene un sentido muy extraño y poco “diferente” (irónicamente es así) en el ámbito cristiano, ser diferente es no hacer lo que los no cristianos hacen, en realidad si es así, pero también hay quienes ser diferente es no encajar en el mundo en general. Hace unos días camino a la iglesia iba pensando en cuán diferente soy, y empece a hacer cuentas, bueno recuerdo que de pequeña quería lo mismo que mis primas pero cuando tenia que elegir lo mismo de siempre o lo diferente y poco común, elegirá justamente eso, y eso me traía una carga emocional super fuerte porque quería parecerme a otras chicas pero siempre terminaba eligiendo lo contrario, luego cuando crecí y tuve mi primer celular todos tenían los mismos celulares y yo tenia la posibilidad de elegir el mismo pero no me fui por otro, después pasaron muchas cosas la ropa, los animales que elegía, mis carrera, era como si inconscientemente siempre eligiera lo contrario, y aunque amaba esas cosas pequeñas o no, termino trayéndome una insatisfacción muy grande… Todo esto durante años me trajo ansiedad, quizás para muchos realmente esto es muyyyyyyy estupido pero para mi la bola de insatisfacción como un gran agujero negro, empezó a absorber todo a su alrededor, la cosa aquí es que mientras pensaba en todo eso que me costaba, como cosas locas del destino se paro frente a mi un colibrí (por poco y escribo coliflor) precioso, amo este animal, no como para tatuármelo, no como amo a los gatos y los perros, pero es de mi animales silvestres preferidos, aunque en realidad amo casi a todos los animales, pero este tiene algo muy especial para mi, ¿sabían que hay más de 343 especies de colibríes? es decir hay mucha variedad de ellos, son de las aves más pequeñas del mundo, pueden volar para atrás y para adelante (es decir retroceder) y me encontré con una palabra que jamás escuche iridiscentes, eso quiere decir que dependiendo de la luz que le dé el color es diferente, ¡Y yo creyéndome rarita! eso si es ser diferente ¿Los han visto? sus plumas parecen lentejuelas, amo las lentejuelas y todo los que brilla. Me dirán que soy muy rosa diciendo esto, pero entendí todo en algunas milésimas de segundo, lo diferente no es malo, siquiera es raro o extraño, ser diferente hace a las personas aun más visibles, se es más observado, ser diferente no es vivir en el anonimato en medio de un mar de personas que cada día son más parecidos el uno del otro, ser diferente es ser iridiscente y solo los que tienen luz en los ojos pueden ver los colores. 



Muchas veces la ansiedad radica en nuestra culpa, y no necesariamente culpa por matar a alguien, o por robar o yo qué sé, la culpa puede ser de muchas formas la mía es mi incapacidad de ser Dios y de hacer todo perfecto y no equivocarme jamás de los jamases, y ayudar a todos los perros y gatitos del mundo, y leer los pensamientos de los malos adoptantes, y de quienes solo buscan un beneficio, a los que voy es que la culpa/la mía es el resultado de no lograr muchas cosas, de exigirme cosas que son imposibles de lograr, eso a mi me trae un peso muy grande, aunque suene demasiado grande decirlo, mi culpa radica en querer cambiar el mundo y no poder hacer gran cosa, y ayer mientras oraba le dije a Dios que estaba cansadisisisisisisisisisima de cargar con una perfección que era imposible lograr, que le prometía que ayudaría a más animales, pero que no podía prometerle que los salvaría todos, que le prometía que les buscaría hogar, pero que no le prometía que ese hogar fuera a ser tal y como pensaba que sería, que ayudaría a muchas personas pero no le prometía que ellos no me robaran de una u otra forma, ahora pienso que debemos prometerle a Dios que oraremos por los enfermos (quizás ahí va el nombre de alguien) pero que no le prometeríamos que se sanaría, o que le prometimos cuidar de nuestros hijos o padres pero no le prometimos que serían eternos, o que le prometería cuidar a mis mascotas por siempre pero no podía prometerle que ellos no enfermarían o tuvieran algún diagnostico, y tuve que decírselo no porque él esperara que yo cumpliera con todo eso, sino porque tenia que entregarle la carga que a mi no me corresponde, y me sentí tan libre después de decirlo, sentí que no tenia que cumplirle con un montón de cosas para que él se sintiera a gusto conmigo. Ser diferente nos debe llevar a entender que no es una culpa extra, o es una presión constante, que somos diferentes porque como una ves lo escuche “Dios vuelve extraordinario lo ordinario” pone en nuestro corazón ayudar, cuidar, proteger y preservar, eso cambia totalmente la forma de vivir, la forma de elegir lo que nos gusta, no para sentirnos excluidos del mundo, sino para sentirnos sobresalientes sobre el mundo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Inquebrantable

Fuerte debilidad

Del suicidio y otras depresiones