Hay algo en el mundo...

El personaje principal de mi vida cumpliría 30 años el día de hoy, de no haber sido asesinado por su propia mano. Resulta que hace 9 años mi vida no era la mejor, me debatía entre la angustia del mañana y compañeros del colegio que al parecer no les parecía suficiente lo que vivía fuera. 

Mi hermano, Michael Duarte (Si efectivamente nos pusieron nombres de Peter pan) había nacido como todos, sin preguntárselo y sin deseos de hacerlo. Él había nacido enfermo porque mi papá era sangre O-, (hasta en la sangre lo es) y mi mamá O+, lo que genero que tuvieran que hacerle transfusión de sangre, pero para rematar le cambiaron a mi mami a mi hermano, le dieron un niño rechoncho que se alimentó de mi madre por algunos días para que luego llegaran a donde mi abuelita, que no, que ese no es su hijo, que este si es, que mueche el niño y que si te vi ni me acuerdo. Después entro al colegio de las monjas, fue feliz, y entro al glorioso ciudadanos del futuro, pero mi mamá sufría con mi papá por lo que vivía con miedo y angustia, lo que hacía que se desquitara con él. Años después nací yo, para ser exacta 7 años, seguíamos con miedo, quizás más que cuando él estaba solo, ahora tenía trabajo, sí, el de cuidar a su Negrita. Pasaron los años y nos convertimos en una cosa extraña, nos odiábamos y nos amábamos casi que al mismo tiempo, y era que cuando llegaba mi papá ebrio no nos quedaba más que refugiarnos en las alas de mi mami, sentados en la escalera esperando que se durmiera, pero éramos tan opuestos de gustos en ese entonces, él era fan del rock en español y yo de RBD, para resumir la cosa, fuimos enemigos hasta más o menos mis 10 años, hasta ese entonces fui la: retrasada mental, la adoptada, bastarda etc… creo que se sentía poderoso diciéndolo y es que hasta llame a una emisora a contarlo jajaja. 

Después de todo eso la cosa se puso peor con mi papá, Michael crecía, se enamoraba de mujeres incorrectas, se deprimía y mi papá jamás se tomó el trabajo de entenderlo, así que solucionaba todo en la única forma que él conocía «con golpes y palabras horribles». Él entro a la U, y fue peor que todas las anteriores veces, cargaba con el dolor de ser hijo de él, y de un sinfín de miedos que había tratado de ocultar, cosa que luego no pudo sostener, así que lloraba casi todos los días por la mujer incorrecta, sumado a toda su mal destino o providencia que lo aquejaba. Duraba horas frente al pc, escribiendo y escribiendo, era un genio ambulante, pero la tristeza se lo comía de a pocos, así que poco a poco un día de esos en los que me sentaba junto a él, me puso una canción que me encanto! Era Robi Draco y la canción era amantes hasta el fin, luego nos volvimos los mejores amigos, pasábamos horas hablando de música, de libros, de cine, veíamos las películas una y otra vez, a las 12 años ya había leído La Náusea, la insoportable levedad del ser, había visto réquiem por un sueño, tango feroz y jamás pude ser igual, había conocido eso tan llamativo, enigmático y fascinante del mundo que rodeaba para bien y para mal su vida.

Éramos felices aún en medio de nuestra tristeza, porque habíamos encontrado a alguien que entendía al otro, pero en el 2004 Michael no soporto más y resulto tomándose una botella de petróleo, dos “Amigos” de Michael lo bajaron desmallado al sofá, no había luz, limpie su boca y le dije «No me dejes por favor, te necesito» ahora sé que no me escucho. Mi mamá paro un taxi y salió con ellos, yo tuve que quedarme sólita, a oscuras y con miedo, mi papá estaba borracho justo cuando más lo necesitaba. Él sobrevivió, solo dejaba una mancha horrible cada que iba al baño, le salía petróleo por todo lado, pero al otro año en el 2005, Michael lo planeo mejor. Él siempre llegaba y me daba un beso en la frente, ese 20 de septiembre, tiro un balón al piso y no me saludo, yo estaba muy estresada por un trabajo, así que lo grite y él se encerró en el cuarto, mi mamá fue tras él, donde le contó que si no se salía de la U, se suicidaría. mi mamá no sabía qué hacer, tenía miedo, ya lo había intentado. Ese 21 de septiembre, salí a estudiar pero tuve que exponer justo en el colegio de las monjas donde él había estudiado; me llamo una profesora, decía que me necesitaban en mi casa, yo tenía mucho miedo de lo que podían decirme, así que pare y le dije a la profe: Mi hermano dijo que se suicidaría, y tengo miedo. Salí corriendo con todas las fuerzas de mi ser, no podía parar, tenía mucho dolor de correr, pero no podía parar, cuando llegue habían muchas personas afuera, otros gritaban: «Mucho maric… matarse,» «pobre man, sí un man se mató» Cuando entre todos me miraban y decían entre ellos: «Llego la hermana» efectivamente Michael se había quitado la vida, se había ido para nunca volver, se había suicidado. Los primeros días estuvieron todos pendientes, mi papá dejo el licor por unas semanas, y mi mamá mantenía sedada para controlar los nervios, todo era tan difícil…

Con el pasar del tiempo, me volví en la pobrecita del colegio, a la que debían tenerle pesar, con los días los “Amigos” de Michael se fueron perdiendo uno a uno, algunos por culpa, otros porque les costaba responsabilizarse de una familia consumida por el dolor, otros no tenían tiempo, otros se volvieron muy importantes, otros solo se fueron…


Cuatro años después y luego de tanto dolor, encontré a alguien que me lo quito, él me prometió amor por siempre, respondió mis dudas, calmo mi dolor, era un puente entre Michael y yo, él era Dios. Resulta que siempre había estado ahí, y también sabía que era ese dolor, aun cuando no lo sabía, había estado cuando mi papá había roto mi lámpara en pedacitos, cuando estaba sola en esa sala, llorando y rogándole que mi hermano sobreviviera, cuando debía meterme en las cobijas, taparme los oídos y rogaba que pararan los gritos, había estado ahí bajo las cobijas, en todo lado. No les niego que si lo tuviera a él no necesitaría de otros humanos, que con él podría hablar sobre lo pesada que es la vida y lo entendería, pero creo que Dios hace de una casa de terror, una casa frente a la playa, a veces con miedo, pero una cosa es el miedo solo, y otra enfrentar el miedo con quien gano tantas batallas. 

Hermanito… todo ha sido muy duro, pero he sido tan feliz como jamás hubiera pensado hacerlo, el cielo ha tenido tan buenos detalles conmigo que es imposible no sentirse feliz, aún cuando debo soportar algunas cosas, todo es diferente cuando hay luz en tus ojos. Aún no encuentro un loco como Calamaro, y es que no quiero un Calamaro solo quiero al man que es. Te extraño, tanto como mi mamá y yo podemos entender, hubiera querido ser tía, pero prefiero no pensar en eso para no entristecerme. Estarás acá siempre en mi corazón, te amo, realmente te amo, porque fuiste mi guía para despegar.


Por siempre serás mi buena estrella. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!







Hay algo en el mundo, son tus ojos el mar donde se ahogan mis penas
Hay algo en el mundo, que me lleva directo a donde explotan las estrellas
Hay algo en el mundo, que me hace templar las piernas.
Hay algo en el mundo, sos vos en mi mundo.

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