Año nuevo, corazón nuevo.




Llevaba meses sin escribir en este blog, las ocupaciones de la vida diaria son cada vez más grandes y queda menos tiempo para dedicarle al cuento de mi vida, sin embargo no quería que se acabará este año y escribir algo más que quizás para algún humano o para mi misma, sirva de vez en cuando. 

Este año paso como en blanco, si hubieron cosas buenas y malas, pero podríamos decir, que fue un año tranquilo, poco perturbador. Me pasaron cosas malas como un día que me fui a comer una arepa rellena y espere a que Diego se fuera, entonces apenas se fue agarre a mi perra y me fui a comprármela con la “mala suerte” de que me cayera un carbón en el cabello y me quemará, con eso aprendi que el que come solo… se quema solo, pero también me paso lo mejor de este año y fue que venia una banda que me gusta mucho llamada Hillsong United, hace parte de mi top de bandas favoritas, sin embargo la boleta estaba un poco costosa y para rematar llego a mi casa un gato al que le pusimos en honor a mi abuelito, Horacio; tuve que gastar mucho dinero para salvar su vida -Más adelante profundizaré en el tema de Horacio- así que no había money para gusticos, primero lo primero, salvarle la vida al gordo Horacio, pero como siempre Dios fue bueno y por mi trabajo me enviaron al concierto de Hillsong y no solo pude ir al concierto ¡También los conocí! ni en mil siglos de baños con las 7 hierbas, ni tomándome todas las uvas en diciembre de 100 años, ni poniéndome calzones amarillos durante toda mi existencia, me imagine tal cosa, yo, el ser humano más estrellado del mundo tuvo esa posibilidad, y no solo yo, sino que pude llevar a un par de amigos, a mi novio y a mi mamá, ahí supe como siempre, que Dios estaba premiando el haber priorizado cuidar de su creación. 



Ahora si hablando de Horacio el gordo, resulta que el gatillo llego a mi puertilla, yo estuve buscando a alguien de buen corazón, amador de los gatos, tranquilo y paciente que pudiera ayudarlo, sin embargo no lo encontré, y como a los 3 días Horacio apareció de nuevo con una herida monumental en su mejilla, no tuve más opción que entrarlo, ahí me di cuenta que la persona que yo le pedía a Dios que lo ayudará, era precisamente yo, Xiomara era la persona amante de los gatos, que les tenia paciencia y tranquilidad, yo iba a ser su héroe. La cosa era que Horacio tenia una herida que Dios padre bendito, por poco y lo dejan sin cara, en medio de mi ignorancia pensaba que su herida negra no era más que una costra que significaba una cicatrización adecuada, pero en medio de las limpiezas -si usted es asquiento salte esta parte- se despego la “costra” y lo lleve de inmediato al “veterinario” eso que yo pensaba que era una costra, no era más que carne ya muerta- necrótica, que no permitía que cicatrizará, la solución era quitarle esa parte y cuidarlo durante un mes aproximadamente. Cuando me lo dijeron me puse a llorar, no lo podía creer en verdad, me preguntaba tantas cosas, ¿cómo pensaba no ayudarlo?, ¿cómo no lo traje antes?, ¿cómo le sucedió esto?, eran demasiadas preguntas y demasiada culpa encima mío, y le pedí perdón a Dios porque no quería cambiar su vida, porque me estaba limpiando la responsabilidad de encima. 

Este año he lidiado mucho con mi mente, yo soy chistocita, no me cuesta hablarle a las personas, considero que no me cierro a que las personas conversen conmigo, pero soy una persona con muy pocos amigos, o personas que realmente están conmigo en las buenas o en las malas, mi circulo amistoso es tan cerrado que debo incluir perros y gatos para completar al menos una mano, y es algo con lo que he tenido que lidiar bastante -esto no es un mensaje para que tengan consideración por mi- lo de Horacio me hizo ver algo, yo veía en mi corazón una costra que demostraba una buena sanidad pero no era más que carne muerta, y hasta que no la quité no podrá sanar bien, con esto no estoy diciendo que ya encontré la raíz de mis problemas, de hecho son tantos que me abruma pensar cual solucionar primero, pero ver la carne muerta de mi corazón me hizo entender que hay muchas cosas mal necesitando ser arrancadas. 

Ya quedan pocas horas para que por finnnnnn termine este año, todos comenzamos con muchos anhelos en enero, endeudarnos menos, comer menos, hacer más ejercicio, tomar menos licor, pasar más tiempo de calidad con nuestra familia, dejar algún vicio, hablar menos mal de las personas, pero el impulso no llega ni a medio año. Sé y tengo la seguridad que esos deseos de prosperidad y de un bienestar son buenos, pero son tan comunes, claro que si los consiguen déjenme decirles que son de admirar, yo creo que no tengo vicios es porque seguro que los tuviera se me haría difícil salir de ellos, así que mejor ni me meto, sin embargo lo que quiero decir con toda esta chachara, es que creo que todos tenemos carne necrótica/ muerta en nuestro corazón y en nuestro cerebro, así que hay propósitos nuevos que deberíamos tener,   como el no ser deshonestos o  corruptos, no crean que es tema de políticos, la corrupción es un tema más normal en nuestra sociedad que en el congreso, ¿cómo somos corruptos? bueno de muchas formas, robándonos un pasaje, no pagando los 100 pesos que quedamos debiendo en la tienda, tomando beneficios del estado que están diseñados para personas que no tienen dinero o oportunidades, entre otras formas que nosotros los humanos nos inventamos. Seamos más conscientes, no arrojemos basura a las calles, separemos los residuos, tratemos de evitar las carnes rojas que causa tanto impacto en el ambiente, no compremos animales, adoptémoslos y démosle la mejor vida posible, si encontramos un animal herido no busquemos que otro sea el héroe, como yo trate de hacerlo, seamos nosotros mismos el héroe de ese animal, creanme que no hay mayor satisfacción en esta vida que ayudar a un ser vivo que no puede dar las gracias, pero si adoptamos seamos pacientes con ellos y dimensionemos los gastos antes de tenerlos, si hay algo que me han enseñado los animales es a salir de mi zona de confort. Hay muchos buenos propósitos durante este 2019 que se salen de las pesas, de las billeteras y de los sueños materiales, hay propósitos que nos pueden hacer mejores personas, y finalmente para eso estamos en el mundo, para dejar este lugar mucho mejor de lo que lo encontramos.


Respeto de sobremanera a quienes han decidido no tener hijos, jamás me burlaría o pondría en duda su decisión, sin embargo en lo que a mi concierne, si quiero tenerlos porque estoy segura que cuando yo me vaya de este mundo mis hijos salvarán muchos animales, y acompañarán a muchas personas solitarias, y oraran por muchas personas, y ayudarán económicamente a muchas familias, sé que actuarán con justicia y odiarán las injusticias, que le darán valor a lo invaluable y dejarán a un lado las cosas artificiales y huecas. No entiendo a quienes dicen “para que tener hijos si este mundo esta de mal en peor” o “Uy es que Colombia merece sus pésimos dirigentes, país estúpido e ignorante” ese tipo de personas no sirven, se esconden bajo su insatisfacción, pero son ellos mismos los que no hacen de este lugar algo bueno, son ellos mismos el mayor problema. ¿Qué tal si terminamos el año bien y lo comenzamos aun mejor? 

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, 
planes de bienestar y no de calamidad, 
a fin de darles un futuro y una esperanza”
Jeremias 29:11


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