La espera que desespera



Creo deberle algo a las personas, después de que no escribiera nada el 31 de diciembre y después de llevar tantos meses sin escribir una palabra en este blog que me he dado tantas alegrías y conversaciones, de hecho el pasado 6 de enero cumplió 3 años el cuento de mi vida, siendo el resultado de una necesidad de cambiar mi mal uso de las redes sociales por algo un poco mejor pensado y con utilidad. Resulta que el 2016 fue un año duro, empezando por lo mas bobo como una intoxicada con pollo con miel mostaza hasta una depresión que me derrumbaba todos los días, desde ser profesora de un pésimo colegio hasta ser profesora de los mejores jóvenes y adolescentes que he conocido, desde el cabello largo en la cintura hasta el cabello corto en los hombros, desde no tener amigos hasta tener un millón de amigos y así mas fuerte poder cantar.


El 2016 fue como cuando me presentaron el brócoli, lo odie, hablaban mal de él, olía hediondo pero resulto que a mitad de camino conquisto mi corazón. Fue un año complejo para muchos, fue golpe tras golpe y a diferencia de Rocky Balboa Lo único que yo quería era bajar los brazos, apagar la luz y dejar de luchar ¿Qué cuando mejoro la cosa? Mejoro cuando baje los brazos, y deje que me los sostuviera Dios, él gritaba ¡Ganadora! Aunque yo solo tenia en la frente un rotulo que decía perdedora. Resulta que la frase del año fue " insistir y persistir" Dios había hablado y había dicho: Este año es tu año, pero no va a ser fácil, te haré fuerte, te haré sacar músculo para que aprendas a sostener todo lo grandioso que te daré. Yo me sentía muy frustrada, siempre le decía a Dios que le agradecía por mis talentos pero que no lograba entender porque nadie creía en mi, pero alguien me dijo (gracias a Dios me lo dijo) que si él me había dado los talentos , también daría la oportunidad solo debía ponerlos a funcionar, así que empecé a aprender, a trabajar en mi proyecto sin embargo… nada sucedió. En respuesta a la pregunta cuándo cambio todo, tengo una fecha, fue el 25 de julio, llorando le dije a Dios que estaba muy rota, que ya no aguantaba más, que no lo entendía, que me sentía engañada por él, que al otro día iba a cumplir años y nada mejoraba, que necesitaba que como a Job la segunda parte de mi año mejorará, me seque las lagrimas con rabia, e inmediatamente llamo Dios, bueno, llamo Canzion, una mexicana ( ahora sé que se llama Sophie) para decirme que les había gustado mi hoja de vida y que querían hacerme una entrevista al otro día, es decir en mi cumpleaños, la cosa fue que me quede con el trabajo y soy muy feliz allí, donde sé que mis talentos están puestos, y ¡le gane a 299 personas! ( ja-ja-ja) Dios mejoro todo de ahí para adelanté. La verdad es que la frustración es de las peores cosas que uno puede sentir, pero algo me enseño el 2016 fue que: 1. No debo coger SITP en horas pico, 2. Sasha es una perra puerca 3. Martina una gata asolapada, pero sobre todo dos cosas, 1. Que Dios concede las peticiones de nuestro corazón que son conformes a sus planes y 2. Que si Diego Luna pudo salir en Rouge one es porque para Dios no hay nada imposible.



Para terminar el año Dios calmo la marea en mi corazón, y quito la niebla, uso el lamento para convertirlo en baile - así a lo Marcos Witt- , y cambio mi historia de soledad momentánea en un quizás por siempre acompañada, así que ya no tengo que ir a cine a ver películas sola (sí yo iba sola a cine) ya tengo a quien hacerle dibujitos en las servilletas, ya tengo con quien ver luces de navidad, ya tengo con quien ir a tomar fotitos, ya tengo con quien comer pizza y chicharrones, ya tengo a quien abrazar cuando el pastor dice que abrace a la persona que esta a su lado, con quien quedarme esperando mientras todos se suben a la montaña rusa, con quien pasar todo el día durmiendo, con quien ver los Simpsons (y el chavo a preferencia de él ) con quien viajar, ya tengo con quien ir a tatuarme, ya tengo con quien pelear- aunque eso siempre hay voluntarios-, ya tengo con quien salvar animales, ya tengo con quien soñar, y ya tengo con quien decir amén y aunque todo es un proceso, vamos lento pero seguro, sabiendo que es un riesgo que decidimos correr con Dios, pues solo un diamante puede pulir a otro diamante. Dios conoce lo que queremos pero aun mas lo que necesitamos.



Yo necesitaba que alguien creyera en mi y hubo una empresa que creyó en mi, yo necesitaba alguien que me enseñara a perdonar y tuve que hacerlo tantas veces - y aun-, yo necesitaba aprender a esperar y me hizo esperar todo, yo necesitaba aprender a resistir y resistí, yo necesitaba dormir bien y llego reeeee... En la espera uno siempre se desespera, no crean, yo aún no soy la paciencia en pasta, pero miro atrás y me doy cuenta que valió la pena todo, que Dios esta armando un rompecabezas de 5.000 piezas, y se esta tomando su tiempo de encontrar le ficha que encaje una con otra, al inicio no se nota de qué es el rompecabezas, él quiere hacerlo bien, así se tome un tiempo. 


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