La fidelidad tiene cara de perro

Cuando decidí adoptar, jamás pensé que 10 años se pasarían tan rápido. Siempre guarde la esperanza, quizás ingenua que durarías mucho más tiempo, eres de los pocos que decidieron quedarse hasta que el cuerpo aguanto, es tu fidelidad la que me hace hoy sentirme tan infiel. Me enseñaste que era amar, que solo con tu presencia ya se me quitaba la tristeza, que el amor iba mucho más allá que las manifestaciones afectivas, que bastaba con sentirse especial, siempre que trate de sentirme así con los humanos falle en el intento... Nunca fui suficiente pero para ti, a pesar de todo, fui ese icono perfecto del cual jamás merecí recibir. 

Lloro amargamente por tu ausencia, tu amor solo puede ser superado por el amor de Dios, pero jamás ningún humano, podrá darme lo que me diste, jamás alguien conocer ese lado tan dulce que solo tu despertaste en mi, por ti es que decidí salvar animales, aunque reconozco que tuve miles de fallas como dueña. Hasta tu nombre era algo especial. 

Aquellas épocas durante la depresión me comía viva, y solo lloraba y lloraba, tu entrabas y secaste mis lágrimas con tu lengua, jamás me fallaste, fui yo la que lo hice, perdóname, se me salió de las manos muchas cosas, muchos cambios en mi vida, y mi caos. 

Gracias, jamás te olvidaré, te tengo pegado en el muro de la fama fotográfico, como yo 

le llamo, extrañare tus manías de sacar el concentrado con la pata, porque te emocionaba comerlos granos que caían al suelo, de cuando dormíamos juntos y empecé a notar que perdías la vista. De cuando te orinabas en la jeta de los perros, cuando te dejabas pintar el pelo del color de mi cabello y luego cuando te perdiste y yo caminaba y caminaba todos los días buscándote, hasta que finalmente, una semana después apareciste. Tu ausencia se siente, no quisiera ni entrar a mi cuarto pues ya no estas ahí, para esperarme, seguro estas con Tomasita, pues tengo la seguridad que los animales vuelven donde su creador, y allí persiguiendo los carros de fuego del señor, estas. Hay amores que se vuelve eternos, como el nuestro.