Ni mucha policia, ni mucha diversión

Yo conozco las cosas buenas de estar enamorada y las cosas no tan chéveres, en este primer grupo puedo incluir los regalos inesperados, las invitadas a comer, las llamadas largas, y en el último grupo, las peleas constantes, la desilusión, los deseos no cumplidos etc… y es que llenar las expectativas de otros, y por supuesto de uno mismo es más complejo que totear una mecha jugando tejo, y yo la verdad, y para ser totalmente sincera, porque yo jamás he podido ser parcialmente sincera, creo que hace falta siempre hacer una cirugía a corazón abierto y a cerebro abierto, porque lo bonito de todo eso, es aprender a amar con la cabeza, y aprender a pensar con el corazón, ni muy muy ni tan tan, ni muy rosa ni muy negro, ni mucha policía, ni mucha diversión, solo lo necesario, un equilibrio perfecto, pero claro eso trae consecuencias, como parecer demasiado frío, o parecer demasiado afiebrado, o como me pasa a mí, que soy las dos cosas en un solo cuerpo, y eso me ha traído ya bastantes problemas!



Cuando mi hermano se murió tuve citas con todas las sicolocas que se le ocurrió a la Dijin, así que tuve, trabajadora social y sicóloga, las dos no sé, me veían como una especie de ser no identificado el cual debían explorar emocionalmente y sicológicamente, yo tenía una chaqueta que me había dejado mi hermano, severa, con algunos parches y unas tiritas negras en un hombro, y que me habían tratado de robar varias veces en el colegio (Porque para robarme si que eran buenos los desgraciados) pero la cosa era que yo llegue allá con todo y mi estilo, que al parecer les asusto, y eso que no vieron las pinticas que usaba cuando estaba en la banda porque hay si me mandan para la clínica de la paz, así que me sentaron alrededor de una mesa, y me dejaron hacer lo que más me gusta hacer, hablar y hablar y hablar! Yo les estuve hablando sobre libros, y sobre música porque era lo único de lo que sabía hablar, ellas lo único que hacían era pensar, qué me ponían a hacer para que yo me diera cuenta que la vida era valiosa, lo que no se daban cuenta era que yo aun no extrañaba a mi hermano, y seguía viendo la vida color de rosa. Después de un buen rato, me preguntaron: Bueno y qué significan esas cintas que tienen la chaqueta?. Yo la verdad no sé que pretendían que respondiera, que significaba cada uno de los hombres que habían caído en la guerra contra el tráfico de cacao, o que era por el luto de cada una de las estrellas que se habían apagado en el cielo, pero no, solo respondí que era eso un par de cintas negras que de casualidad a un diseñador se le había ocurrido poner ahí, espero no haberla desilusionado, aunque bueno eso era inevitable, luego resulta que me mandaron a un evento de niños que había sido violados o maltratados, que para que me diera cuenta que habían otros que vivían más miserables que yo, y eso no me ayudo, solo me entristeció más, esa vez mi mamá le dijo a la sicoloca que me quería enviar sola para el evento, pero la señora como buena trabajadora de la Dijin le dijo a mi mamá que ni loca fuera a hacer eso que con tanto comercio de órganos que había, me podían estar sacando los ojitos y vendiéndolos en el mercado negro, y por Dios! Casi los ojos se me salen de las cuencas cuando dijo eso, sin embargo me mando mi mami con una amiga que se suponía que era más responsable, pero con el pasar del tiempo nos ha hecho creer que no lo es y jamás lo será.

Yo sé que ilusionarse a veces es casi que imposible, pero he aprendido con el tiempo, por no decir que los últimos dos años, que no es bueno andar de ilusión en ilusión, porque como lo dice el señorito Wikipedia, Ilusión se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estimulo externo real, yo prefiero vivir en la realidad, de ahí que no me gusta la fantasía, y prefiero hablar desde mi realidad para la realidad del mundo.


Las ilusiones hay que entregárselas a quien jamás te hará ver percepciones erróneas, ese es Dios, quien creó la realidad que vives, esa percepción real de las cosas es la que te permite tener los pies sobre la tierra, no afanarte por el afán, ni nada de eso, aprendes a entender que cualquier respuesta del cielo es la correcta, aprendes a comprender que lo mejor siempre ocupa tiempo y espacio, que lo mejor no llega rápido. A mí siempre me ha costado esperar, porque a mí cuando me dicen tome su turno, Dios mío me desespero solo con los cinco pasos que debo hacer hasta esa maquinita, que siempre me la monta y no puedo quitar el tiquete con una sola mano, yo también soy una humana que tiene sus mismos problemas, pero a veces hay que ponerle freno de mano a las expectativas y solo asumir lo que viene, volverlo arte que siempre ha sido la mejor forma de convertir algo no tan chévere algo encantador. 

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