El que mira atrás se vuelve sal

Estoy o estuve en un momento en mi vida que no entiendo mi mala racha, y es que algunos nacen con estrella y otros como yo parecen haber nacido estrellados, y no puedo decir que solo me falta que el perro me orine porque gracias a la discapacidad visual de mi perro, que orina por todo el tercero piso, esta frase de “solo falta que me orine un perro” es más común en mi vida de lo que usted cree, la cosa aquí es que yo que soy 90% humor y 10% grasa, que acostumbre a la gente a mirar para el frente, que siempre motivo a las personas a que nada es imposible, pues también tengo mis momentos en los que bajo los brazos y me los pego con Super Bonder, que ni el agua caliente, que ni las buenas costumbres, ni las motivaciones, ni los comentarios optimistas, ni ninguna de esas cosas me ayudan a volver a levantarlos. Yo me acostumbre en medio de que me di cuenta que las amistades para siempre no eran lo mío, que debía responderme a mi misma todas mis inquietudes, y que yo podía solucionar todo...